_En una de mis celebraciones mexicanas favoritas, tuve la dicha de compartir momentos únicos y divertidos con mi gran amigo de cuatro hermosas y fuertes patas: el buen Marley.

Me encanta el día de Muertos porque es un día de muchos colores y flores. Por la manera en que cómo es que raramente “celebramos”a la muerte. Porque hay música y se sacan las fotos y recuerdos de aquellos que ya se fueron y esto resulta ser como una mirada al pasado en un presente colorido. Es sobretodo, un recordatorio de que algún día también estaremos del otro lado y de que esta vida es tan breve y tan tan fugaz que lo único seguro que hay es la muerte.



Este año volvieron las catrinas a la ciudad de Tepic. Ya que, debido a la pandemia y a un huracán años anteriores, se suspendió la exhibición de altares de muerto sobre la calzada del panteón. El mero 2 de noviembre fui a pasear por allí. Desde casa, Marley me acompañó en una caminata nocturna de ida y de vuelta. La pasamos fenomenal, viendo gente, flores y puestos de juegos y comida.
Nos detuvimos por unos churros con azúcar y nos sentamos por ahí a tan solo contemplar el ambiente, disfrutando de la presencia de lo que allí estaba delante nuestro.



Marley fue todo un guerrero y se portó muy bien. La gente no dejaba de chulearlo (término mexicano que quiere decir que está guapo). Y tanta fue nuestra alegría, entusiasmo y energía, que al regresar a casa todavía nos hicimos un montón de fotos divertidas.



Marley es un perrito que tiene conmigo desde la primavera del 2019. Nos conocimos en Bucerías, en el café donde trabajaba y desde entonces ha sido una dicha tener la compañía de este maravilloso ser, a quien lo único que le falta es hablar. Pudiera decir que, él fue el que me encontró a mí. Para luego, ser mi guardián sin pedirlo. Desde entonces me enamoré de este perro y ahora simplemente lo entiendo todo.



Gracias por tu compañía y por ser puro amor,
GRACIAS VIDA.
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Car,